Domingo, 20 de septiembre de 2009
![](//1.bp.blogspot.com/_ypMJlTZWSQg/SrZt5AaQUKI/AAAAAAAAAlg/hX9QVX7XsUY/s320/otono2%5B4%5D.jpg)
Llega el otoño, mi época favorita. El ambiente frío de estos meses del año me resulta algo sumamente reconfortante que me empuja a pensar y pensar. Hay tantos olores que estimulan mi memoria…
Los últimos coletazos de vida emergen ahora, justo entre dos luces diametralmente opuestas, antes de la visita de la diosa Skadi y sus ejércitos de hielo.
Salir fuera de casa y, aunque haga sol, notar el viento fresco no tiene precio. Andar y andar sin llegar a experimentar el desagradable e intenso calor del período estival. Para mí éste es un momento ideal para reflexionar y escribir, para hacer muchas cosas, incluso viajar por el mundo- aunque ahora mismo no pueda-. Quizá porque nací en otoño esta época es tan cercana a mi persona; me siento identificado con el aspecto decaído del bosque y el silencio tímido que lo inunda.
Y la lluvia, el olor a tierra húmeda, a hojarasca, crujiendo bajo mis pies, a los árboles mecidos por heladas brisas. Y los pájaros que van de aquí para allá, junto con el retorno de los cuervos y sus característicos graznidos, seña de identidad del otoño en su máximo esplendor. La naturaleza se prepara, anticipa el invierno…
Los animales más previsores y trabajadores reúnen provisiones para el último trecho del año… Los árboles cambian la pigmentación de su follaje, aportando un tono tostado a los bosques. Un tono melancólico. Se ven oleadas de nubes violáceas que descargan su contenido sobre la tierra, una detrás de otra, mientras los días continúan menguando y las noches tejen mantos largos. El sol se transforma en un ojo pálido y sin fuerza…
No sé por qué, pero esta época evoca imágenes muy concretas en mi mente. Zorros correteando entre los arbustos, halcones solitarios que dormitan sobre una rama al resguardo del viento gélido del norte… Todo se reduce a un conjunto, a una imagen idealizada. Pero viento, agua y frío van unidos, y me encanta.
Nací en un pueblo, crecí allí. Rodeado por la naturaleza, el otoño se vuelve más intenso. Caminar entre vetustos robles, sobre las alfombras y los tapices de hojas caídas, me transporta a otra época. A una época sin carreteras, ni vehículos contaminantes.
Regresar al bosque en otoño es como viajar a un pasado remoto. A un pasado con aire límpido y bosques llenos de vida. Precisamente ahora, cuando la vida agoniza antes del invierno, todo es mucho más hermoso. Porque hay tanto silencio, que el solitario piar de un pájaro aporta una sinfonía incomparable a un marco de ensueño.
Y, fuera de toda duda, me hace sentir mejor que en ningún otro momento a nivel personal. Lástima que el cambio climático haga de la suyas.
Por Elemento Cero
![](http://1.bp.blogspot.com/_ypMJlTZWSQg/SrZt5AaQUKI/AAAAAAAAAlg/hX9QVX7XsUY/s320/otono2%5B4%5D.jpg)
Llega el otoño, mi época favorita. El ambiente frío de estos meses del año me resulta algo sumamente reconfortante que me empuja a pensar y pensar. Hay tantos olores que estimulan mi memoria…
Los últimos coletazos de vida emergen ahora, justo entre dos luces diametralmente opuestas, antes de la visita de la diosa Skadi y sus ejércitos de hielo.
Salir fuera de casa y, aunque haga sol, notar el viento fresco no tiene precio. Andar y andar sin llegar a experimentar el desagradable e intenso calor del período estival. Para mí éste es un momento ideal para reflexionar y escribir, para hacer muchas cosas, incluso viajar por el mundo- aunque ahora mismo no pueda-. Quizá porque nací en otoño esta época es tan cercana a mi persona; me siento identificado con el aspecto decaído del bosque y el silencio tímido que lo inunda.
Y la lluvia, el olor a tierra húmeda, a hojarasca, crujiendo bajo mis pies, a los árboles mecidos por heladas brisas. Y los pájaros que van de aquí para allá, junto con el retorno de los cuervos y sus característicos graznidos, seña de identidad del otoño en su máximo esplendor. La naturaleza se prepara, anticipa el invierno…
Los animales más previsores y trabajadores reúnen provisiones para el último trecho del año… Los árboles cambian la pigmentación de su follaje, aportando un tono tostado a los bosques. Un tono melancólico. Se ven oleadas de nubes violáceas que descargan su contenido sobre la tierra, una detrás de otra, mientras los días continúan menguando y las noches tejen mantos largos. El sol se transforma en un ojo pálido y sin fuerza…
No sé por qué, pero esta época evoca imágenes muy concretas en mi mente. Zorros correteando entre los arbustos, halcones solitarios que dormitan sobre una rama al resguardo del viento gélido del norte… Todo se reduce a un conjunto, a una imagen idealizada. Pero viento, agua y frío van unidos, y me encanta.
Nací en un pueblo, crecí allí. Rodeado por la naturaleza, el otoño se vuelve más intenso. Caminar entre vetustos robles, sobre las alfombras y los tapices de hojas caídas, me transporta a otra época. A una época sin carreteras, ni vehículos contaminantes.
Regresar al bosque en otoño es como viajar a un pasado remoto. A un pasado con aire límpido y bosques llenos de vida. Precisamente ahora, cuando la vida agoniza antes del invierno, todo es mucho más hermoso. Porque hay tanto silencio, que el solitario piar de un pájaro aporta una sinfonía incomparable a un marco de ensueño.
Y, fuera de toda duda, me hace sentir mejor que en ningún otro momento a nivel personal. Lástima que el cambio climático haga de la suyas.
Por Elemento Cero
2 comentario/s:
Esto para mostrar a los que por lo general sólamente suelen entrar en mi blog deshechando el de los demás lo bien acompañado que me encuentro en tal periplo literario. Y ya no sólo es eso, sino que estos grandes escritores como en este caso lo es Svnna, llenos de ideas y fantasías, son aún mejores personas, así que imaginaos como pueden ser. Tengo mucha suerte estar rodeado de esta gente, así como que me dejen mostrar sus escritos.
Porque mi blog es de todos, y siempre que comparta la idea que conlleva o le de mi beneplácito, cualquier entrada será bienvenida en mi blog.
No hace falta decir que no admitiría escritos de ciertos trasfondos como pueden ser el racista o sexista, además de tipo pedofílico o por norma intolerante sin tener al menos algún tipo de razonamiento respaldándolo (esta condición para esto último). Un razonamiento válido según mi punto de vista, vamos. No cualquier cosa.
Así desde aquí solo me queda deciros que os animéis. Que no os tenga que pedir permiso. Esta es otra ventana desde la que daros a conocer. Ya sabéis. Como en vuestra casa. En nada, y si ella quiere, estará otra autora o autriz (me hace gracia esta palabra que se me ocurrió el otro día jijiji) dando guerra con sus escritos, sin por ello descartar alguno/a más.
Lo dicho. Como en vuestra casa.
Un saludo a todos y un fuerte y cálido abrazo.
;)
Gracias a ti por todo, y cuando digo todo, es muuuuuuucho ;) jeje. El honor es mío, compañero ;)
De vez en cuando, y siempre que me lo permitáis, haré una pequeña muestra de vuestro potencial. Y digo vosotros, porque espero que al menos seáis dos personas, sin por ello descartar a las demás jeje. Y sin desear que suene raro, cosa que sí sucederá, decir que tampoco quiero abusar ni avasallar, porque me consta de que podría ser que pareciese un allanamiento de espacio intelectual o literario, digámoslo así jjeje.
Y decir también, que estarán las entradas que me gusten especialmente, para que el lazo entre la entrada, vosotros y yo, sea latente.
Las siguientes, y por dar un aviso, vendrán bien repartidas en el tiempo. Y cuando me refiero a un aviso, es porque ya las tengo escogidas, y por suerte, harán desaparacer el apartado de a mano izquierda donde pone "Geniales entradas". Pero todo a su tiempo, y siempre que la autora ya citada quiera jeje.
Un saludo ;)
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